En su posesión oficial del 24 de mayo, el presidente se comprometió a combatir el crimen, reactivar la economía y apoyar a los migrantes ecuatorianos dentro y fuera del país
Daniel Noboa asumió oficialmente la presidencia de Ecuador para el periodo 2025–2029, esta vez como mandatario elegido en las urnas y no como presidente interino. En una ceremonia marcada por aplausos, banderas y un ambiente de expectativa. El nuevo mandatario destacó sus planes para fortalecer la seguridad, generar empleo y apoyar a la comunidad migrante.
La investidura contó con la presencia de delegaciones internacionales, entre ellas los presidentes de Colombia y Perú, así como representantes de organismos multilaterales. El acto oficial se desarrolló en un ambiente institucional, con la ausencia del bloque legislativo de la Revolución Ciudadana, que mantiene una postura crítica frente a los resultados de las últimas elecciones, a pesar de que los organismos electorales ratificaron la legalidad del proceso.
En su discurso, Noboa fue claro: dijo que el país estaba al borde del colapso económico y que su gobierno ha logrado evitarlo. Llamó a romper con las viejas formas de hacer política y a construir un Ecuador más seguro y con más oportunidades.
Entre los temas más destacados de su intervención estuvieron:
- La promesa de combatir con fuerza la violencia, las mafias y el narcotráfico.
- Crear empleo, con el apoyo del sector privado.
- Controlar los puertos y zonas estratégicas para reducir el crimen organizado.
- Reactivar la economía con medidas que beneficien tanto a quienes viven en el país como a los ecuatorianos en el exterior.
Para quienes migraron o están pensando en regresar, Noboa mencionó la importancia de cuidar a la comunidad ecuatoriana en el extranjero. Dijo que su gobierno continuará apoyando a quienes retornan, especialmente a los deportados, con programas de ayuda y reinserción laboral.
Esta posesión marca el inicio de un nuevo ciclo político para el país. Para muchos migrantes, el rumbo que tome este gobierno será clave para decidir si regresar, invertir o seguir desde afuera soñando con un Ecuador más estable y seguro.