Durante su visita oficial, el secretario de Estado de EE. UU. abordó seguridad, migración y comercio, y anunció ayuda militar y financiera
Marco Rubio, el secretario de Estado de EE. UU., visitó oficialmente Ecuador y tuvo un encuentro con Gabriela Sommerfeld, ministra de Relaciones Exteriores, y con Daniel Noboa, presidente ecuatoriano. La seguridad, la migración y el comercio fueron algunos de los asuntos importantes que se trataron en la agenda de su visita.
La designación de las organizaciones criminales ecuatorianas Los Choneros y Los Lobos como entidades terroristas extranjeras fue uno de los anuncios más importantes. Esta acción posibilita que EE. UU. congele sus activos, imponga sanciones económicas y mejore la cooperación en inteligencia. Rubio resaltó que esta medida es parte de una táctica más extensa para luchar contra la violencia y el narcotráfico en la zona.
Asimismo, Estados Unidos prometió una ayuda para Ecuador por 20 millones de dólares; 13,5 millones de esta cantidad se utilizarán para combatir el narcotráfico y los otros 6 millones serán para proporcionar drones letales a la Armada ecuatoriana. Rubio subrayó que el desarrollo económico sostenible es imposible sin seguridad.
En el contexto de la migración, se debatió la opción de que Ecuador funcione como un tercer país seguro, admitiendo hasta 300 refugiados anualmente bajo determinadas condiciones. Por otro lado, Ecuador manifestó su voluntad de aceptar a migrantes deportados desde Estados Unidos, aunque se reservó el derecho de excluir a quienes supongan peligros para la seguridad del país.
En el ámbito económico, se trató la necesidad de actualizar el tratado de extradición entre las dos naciones, que ha estado en vigor por más de cien años. Del mismo modo, se dialogó acerca de tácticas para suprimir los aranceles del 15% que se aplican a productos ecuatorianos esenciales como el camarón y el banano, con la finalidad de simplificar la entrada de estos productos en el mercado estadounidense.
La visita de Rubio también provocó respuestas en varios ámbitos sociales. La presencia de Rubio fue calificada como una forma de injerencia foránea en los asuntos internos del Ecuador, por lo que la Internacional Antifascista y dirigentes indígenas como Leonidas Iza manifestaron su oposición. Iza alertó que, con el pretexto de luchar contra el narcotráfico, Estados Unidos intenta consolidar su control sobre los recursos naturales del área.
El viaje de Marco Rubio a Ecuador pone de manifiesto el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países en ámbitos estratégicos. No obstante, también plantea preguntas acerca de la soberanía nacional y el impacto que tiene el extranjero en las políticas internas del país.