Los votantes del correísmo, al parecer, se perdieron entre la crisis en el liderazgo por distintas posturas sobre el fraude, la inexplicable salida del país de Diego Borja y un comunicado tardío de fidelidad de asambleístas electos. Conozca qué dicen especialistas.
Parte de la Revolución Ciudadana (RC), el correísmo, no ha reconocido la derrota en la segunda vuelta electoral. Sus máximos dirigentes, Luisa González, Rafael Correa, Ricardo Patiño, Gabriela Rivadeneira, Andrés Arauz, aseguran que hubo fraude en las elecciones. Los acompañan el dictador venezolano Nicolás Maduro, y los presidentes Gustavo Petro, de Colombia, y Claudia Sheinbaum, de México.
Esto pese a que, hasta la mañana de hoy, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), no hay una denuncia formal de la RC sobre las, supuestas, miles de actas, de un millón de votos, que serían fraudulentos.
El presidente Daniel Noboa ganó con legalidad, dijo el CNE, y con absoluta contundencia. Hoy, 17 de abril del 2024, las cifras oficiales indican que Daniel Noboa tiene un 55,62% y Luisa González 44,38%. Se ha procesado el 99,83% de actas. De estas apenas hay un 0,12% de actas con novedad, es decir, 49 unidades según el CNE. Nada comparado con las supuestas miles de actas con problemas que señala el correísmo.
Cuatro días después del anuncio de fraude de González, los asambleístas electos de la RC en las últimas elecciones, menos Mónica Salazar, quien se separó, volvieron a jurar lealtad al proyecto correísta. Hablan de un supuesto plan que lastimaría su integridad y niegan que existan más deserciones.
Apenas lanzaron un mensaje a sus votantes, hoy a las 10:27: “Respondemos con responsabilidad a la voluntad popular que nos otorgó su confianza”.
Luisa González reaccionó siete horas después a la difusión de esa carta, en X, a las 17:18: “Seguimos unidos por una gran causa que se llama Ecuador, por millones de ecuatorianos que sufren por el olvido y la ausencia de los gobiernos de turno”.
Los que reconocieron el triunfo legítimo de Noboa ya guardan silencio.
Así, ¿hay falta de respeto al votante del correísmo? ¿En el correísmo están más preocupados en mirar casa adentro de la RC y no justificar o explicar a sus votantes, 4,6 millones de personas, lo que está sucediendo? ¿El correísmo deja solos sus electores con la bulla del fraude, la ‘huida’ de Diego Borja y la fidelidad únicamente al proyecto político?
Conozca lo que piensan tres analistas políticos:
«Hacer más fácil los camisetazos»
Pedro Donoso, abogado y analista político
“No sé si puedo llamar falta de respeto porque es un juicio de valor y una declaración política y ese no es mi rol. Creo que es un error estratégico el no reconocer los resultados y el no manejar las vocerías para poder tener una línea marcada entre todos. Sin embargo, ahora que se palpa que la estrategia de Noboa es cooptar asambleístas de otras bancadas, quizás es una estrategia para construir el framing de que no fueron derrotados sino que les robaron la elección y, así, por lo menos hacer más fácil los camisetazos que Noboa anunció que se darán (en declaraciones con CNN dijo que su bancada ya tiene 70 votos y que van por más)”.
«Votantes del correísmo advierten desconexión»
Andrés Páez, abogado y político
“Evidentemente, los dirigentes del correísmo son una cosa distinta a los votantes correístas. Entonces, lo que ha pasado es una desconexión en la cúpula del correísmo, en donde, el ala más radical sostiene la tesis del fraude, mientras que el grupo de quienes ejercen cargos de elección popular, parecería, han girado a una visión más pragmática y desisten de alentar la tesis del fraude y reconocen el triunfo de Daniel Noboa. Esa fractura evidencia una crisis del liderazgo de Correa, que es el que ha ordenado a Luisa que exponga la tesis del fraude. Y esto va a provocar, no solo un malestar en la cúpula, sino también en la militancia. Porque la militancia termina desorientada y no sabe a quién obedecer o a quién creer: o a Correa, o a las autoridades electas, o a los “ideólogos” del ala radical, o a los moderados que tienen más afinidad con Marcela Aguiñaga.
Entonces, ese es un conflicto en el que están involucrados, primero, entre los dirigentes de la RC; segundo, entre los dirigentes y la militancia de la RC.
Aparte está el votante, que no es dirigente o militante. Que vota por exclusión, por que no le gusta Noboa o porque Luisa le parecía una mejor opción. Ese votante, en este escenario, regresa del sale del redil correísta y retorna a su condición de votante, con mucho respeto lo digo, “gelatinoso” porque no tiene una definición. De esta crisis se puede sacar provecho porque es evidente que esa porción de votantes del correísmo, que no sigue ciegamente las órdenes de la dirigencia, advierte la desconexión entre dirigentes, advierte el malestar de la militancia con sus dirigentes. Ese votante se aleja del conflicto y, probablemente, pueda tomar un derrotero electoral diferente al que optó en la segunda vuelta”.
«No hay un agradecimiento a los votantes»
Arturo Moscoso, abogado y Director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UIDE
“En cierto modo, sí hay una falta de respeto. Porque lo que se ve es una desarticulación del discurso monolítico que han tenido siempre en el correísmo. Es la primera vez, o una de las pocas veces, en que el líder máximo se contradice con los otros liderazgos. Unos reconocen las elecciones, los otros que hay fraude. Y algo esta pasando ahí. Para el votante esto puede ser confuso y es un mensaje al votante correísta, da una idea, de que el movimiento se está desmoronando. Además, no hay un agradecimiento a los votantes, porque a la final recibió un buen número de votos. Eso debieron hacer antes de seguir alegando fraude”. (DLH)
Caso ‘Ligados’: Correísmo buscó controlar instituciones del Estado a través del Cpccs