[ad_1]
Ecuador eligió un binomio presidencial, falta la proclamación de resultados definitivos por parte del ente electoral. ¿El rol de los votantes se acaba en las urnas? ¿Qué viene ahora?
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó los resultados numéricos de la segunda vuelta que favorecieron al binomio integrado por Daniel Noboa y María José Pinto.
Con la victoria de Acción Democrática Nacional (ADN), la responsabilidad para mejorar la situación general del país no solo queda en manos del Gobierno, la sociedad civil también debe tomar su rol, señalan algunas voces.
Daniel Noboa no puede confiarse
Aunque Noboa ganó las elecciones con el 55,63% de votos, no todo ese porcentaje es un voto duro a su favor. Para Michelle Novillo, coordinadora del Área de Democracia del Centro de Investigación Faro, hay tres tipos de votos a considerar para comprender este resultado electoral.
“En una primera instancia puede ser un voto anticorreísta, es evidente. Otra parte es más bien un voto de confianza, posterior al año de gestión de Noboa, es esta narrativa de: no ha tenido suficiente tiempo para gestionar o solucionar los problemas del país, entonces hay un voto de confianza de que pueda hacerlo en los siguientes cuatro años. Otro voto, netamente de esperanza, de: es un líder que puede transformar la política del país y genuinamente puede tener un espacio importante después”, resume.
Bajo ese contexto, Novillo dice que, si este Gobierno tiene la “voluntad política” de mejorar su gestión, debe acudir a la sociedad civil “para tener cuadros, que han trabajado siempre desde lo técnico y desde lo ciudadano”.
“El Gobierno necesita ver la urgencia de apoyarse de los actores que hacemos sociedad civil, que son academia, ciudadanía en general, para que pueda oxigenar esto que le está pidiendo la misma ciudadanía”, dice, al referirse a cambiar el país.
Las quejas no resuelven los problemas
Novillo recuerda que su organización promueve iniciativas para fomentar el pensamiento crítico y propositivo de la sociedad civil, en particular con jóvenes. Destaca la necesidad de tener una “ciudadanía comprometida”, que pase de las narrativas a las ideas: “Se vuelve súper importante que la ciudadanía sea efectiva, es decir, que pasemos desde dar un voto y desentendernos cuatro años de lo que pasa en el país”.
Lolo Echeverría, analista político, hace una observación: “El sistema de queja, de queja permanente, no ayuda a resolver los problemas, a menos que el Gobierno incumpla las ofertas que hizo en la campaña o que no cumpla las responsabilidades y obligaciones que tiene. El presidente tiene el encargo y el ciudadano sí tiene que vigilar que se cumpla debidamente ese encargo que le ha hecho. Pero la queja permanente por la simple queja no resuelve los problemas”.
Comenta que ahora lo importante es “la participación activa y propositiva”. Señala que “una de las principales participaciones de los ciudadanos será en el debate respecto de la Asamblea Constituyente propuesta por el Gobierno”, sobre si es conveniente realizarla “o si la prioridad es resolver los problemas fundamentales del país”.
Indica que es necesaria la participación ciudadana para que se haga responsable. “Esa es la forma de evitar la simple queja. Si otros son los que hacen y otros son los que toman las decisiones del ciudadano, simplemente se queja. Pero si participa activamente y trabaja para que se tomen en cuenta sus planteamientos, hay una participación propositiva. La gobernabilidad tiene más sentido cuando el ciudadano está activado y participa. La política hoy en día tiene varios defectos que se corrigen con la participación del ciudadano”, explica.
Además, dice que al ser una sociedad civil activa y consciente evitará la manipulación y tendrá voz propia sobre los hechos públicos.
Te puede interesar:
Mecanismos de participación ciudadana
Echeverría refiere que hay varios mecanismos de participación ciudadana, que deberían activarse porque la organización social tiene un valor:
- Estar informado de la gestión pública.
- Organizarse desde el barrio, los condominios, hasta clubes, grupos, “todas las formas de organización de la sociedad”.
- Involucrarse a través de organizaciones permanentes de la sociedad, como pueden ser los sindicatos, gremios, la academia.
“La propuesta de un ciudadano individual no tiene peso, no tiene fuerza. Pero esa propuesta hecha en un grupo puede influir en los demás y constituirse en una propuesta de consenso, esa sí tiene peso y tiene valor. Ese es el valor de la organización social”, apunta el analista.
Boris Cornejo es asesor de la Fundación Esquel, una organización de la sociedad civil. Hace una reflexión sobre los retos del Gobierno reelecto: “No podemos arriesgarnos frente a circunstancias tan complejas, desafíos tan difíciles, a improvisar. Hace falta construir equipos, gabinetes. Sería muy importante tanto desde la sociedad civil estar dispuestos a hacer esa contribución cívica, como desde el Gobierno invitar a los mejores ecuatorianos que tengan experiencia, honestidad para integrar ese equipo de Gobierno. El desafío es enorme y sin una buena gerencia no creo que vayamos muy lejos”.
Puntualiza que hay organizaciones de la sociedad, como Esquel, que han estado trabajando permanentemente en propuestas en distintos ámbitos, como empleo y reactivación económica, seguridad social, seguridad ciudadana. “Esto supone abrir una capacidad de diálogo del Gobierno para generar consensos. Los ciudadanos proponen, hay que ir a un encuentro con la autoridad, para ver qué puede servir al país y tener una agenda nacional”, añade al sugerir al Gobierno ampliar su capacidad de escucha.
Anota que la ciudadanía también debe ejercer su rol democrático: “Un gran apoyo que la sociedad civil pueda dar es mirar las cosas que hace el Gobierno para poder enmendar, para poder advertir lo que está yendo mal, lo que está yendo bien, dónde se pueden hacer mejoras. La sociedad tiene este rol de veedor, de observador y eso es democrático”.
Destaca el valor de la participación ciudadana, pero no la promovida desde el Estado, como el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, “sino una participación más genuina, más legítima, sobre todo a nivel local”, para “ser parte de la transformación”, del país.
Así concluye que la responsabilidad para mejorar al Ecuador es cosa de todos: “Esta no es una tarea solo del Gobierno, no es que al Gobierno le va bien o le va mal. Le tiene que ir bien a la sociedad ecuatoriana, pero con un mayor involucramiento, meternos todos en los temas, no quedarnos de observadores, de críticos, sino meternos en el ejercicio diario de lo que se debe hacer en la política pública”. (KSQ)
El artículo 120 de la Constitución indica que la posesión de los titulares de la Presidencia y Vicepresidencia de la República, electos por el Consejo Nacional Electoral tendrá lugar el 24 de mayo del año de su elección. Desde esa fecha, Noboa iniciará su nuevo periodo de cuatro años.