Como el Jardín de Quito, así se conoce a la parroquia de Nayón. El calificativo se debe a la producción y comercio de plantas, principal actividad económica de esa zona. Pero no solo las plantas atraen a los visitantes. ¿Qué más se puede encontrar en Nayón?
Nayón es un sector privilegiado con un clima templado, que facilita el crecimiento de las plantas y la comodidad para vivir. La parroquia se encuentra a tan solo 15 minutos de la ciudad de Quito, cuando no hay tráfico.
Hay algunas vías para llegar a Nayón: por la vía a Nayón, que inicia en el sector del Redondel del Ciclista; por la avenida Simón Bolívar; por un puente que une a la parroquia con Cumbayá, por el sector de San Pedro de El Valle; y por la vía que conduce a Inchapicho y da al Centro Comercial Plaza del Rancho, en Miravalle.
En la parte central y aledaña de la parroquia las viviendas, por lo general, pertenecen a personas oriundas de Nayón, quienes utilizan esos espacios para sus negocios o los arriendan. Pero hay otra zona, donde aún prevalece la vegetación, que poco a poco ha sido adquirida por foráneos para construir sus hogares.
Las plantas, principal actividad económica
En Nayón hay infinidad de plantas ornamentales, frutales, para siembra en exteriores e interiores de casas y edificios, por eso la parroquia es conocida como el Jardín de Quito. Desde esta zona salen las plantas que adornan gran parte de las casas quiteñas.
A lo largo de la calle Nuestra Señora de Santa Ana o más conocida como calle Quito se asientan varios negocios que ofrecen toda variedad de plantas, tanto producidas en Nayón como traídas de otros cantones de la Sierra y la Costa. Solo con pasar a pie, en bus o en vehículo particular se puede observar el colorido de las flores y las diversas tonalidades del verde de sus hojas. Esta ubicación facilita la compra a los visitantes que están de paso.
La madre de Andrea Lema tiene su vivero entre la calle Quito y Vicente Rocafuerte. “Aquí lo que más se vende son las (plantas) medicinales y comestibles. Tenemos coles, lechugas, zanahorias, rábanos (…). Frutales: naranjas, aguacates”, comenta Lema. Por ejemplo, las plantas de manzanilla tienen el costo de $0.50.
Quienes requieren plantas en grandes cantidades, a menor costo o las necesitan de cierto tamaño, van en busca de los productores. La mayoría de esos viveros están ubicados fuera de la zona céntrica, debido a la extensión que requiere un vivero, según el tipo de planta y la capacidad para su producción. Hay pequeños, medianos, grandes.
En ellos se encuentran begonias, ciclamen, anturios, salvias, dólar, cactus, rudas, plantas colgantes, helechos, tomates, geranios, frutillas, ciprés, chifleras, sábilas, bonsáis, buganvillas, orquídeas y más. Los precios varían según el tamaño y el tipo de planta.
En algunos viveros también venden abonos para las plantas que el visitante adquiera. Hay otros que también venden macetas de barro o de plástico, en distinta forma y tamaño.

Gastronomía variada para todos los gustos
En Nayón hubo un auge de negocios de comida preparada a partir del confinamiento por el coronavirus, en 2020. Aparecieron algunos emprendimientos, unos no duraron, unos subsisten y otros cambiaron el giro de negocio. Más emprendedores ven la oportunidad de crecer en la parroquia.
Lema tiene su propio emprendimiento: La Caverna del Maito. Atiende los viernes, sábados y domingos. Ofrece maitos de tilapia roja, asados al carbón en hojas de bijao, propias de la Amazonía. Los acompaña con yuca frita o cocinada, ensalada y para beber, la guayusa. El costo es de $6.50. Lema es una joven estudiante de Arquitectura. Inició el negocio hace poco más de un año. “Con esto pago mis estudios y las demás cosas que conlleva”, relata.

La esquina del sabor, así se le podría denominar a la intersección entre la calle Quito y Eloy Alfaro. Allí los fines de semana y días festivos hay negocios de comida que atraen a propios y extraños.
Un local ofrece platillos de carnes y mariscos, otro se dedica a los pinchos de carne, pollo. A un lado está otro restaurante. Se trata de Tilapias al Carbón, de Mercy Pillajo, la propietaria. Resume el menú variado: Maito de tilapias, tilapia frita o al carbón ($8,50), camarones apanados, cangrejos, almejas, conchas asadas, ceviches, borrego asado, picaña, tortillas, choclos con queso y más. Y para beber: colada morada y horchata. Hay una oferta especial: por cualquier compra, se recibe un plato de almeas gratis.
Pillajo explica que el Maito de tilapia se hace en hoja de bijao, “pero para que se mantenga más caliente, envolvemos en papel aluminio, así permanece más jugoso, como le gusta al cliente”. Dice que hay consumidores que prefieren la tilapia sin grasa, es decir sin aceite porque así es más saludable. Atiende de lunes a viernes, desde las 17:00, sábados y domingos desde el mediodía.
Además, vende funditas de churos con limón, sal y cebolla, los sábados, domingos y lunes, a $1. También sirve esos días una sopa: la colada de habas con churos. Son una especie de caracoles de tierra. “Los invitamos a que vengan a degustar acá, en Nayón. Están cordialmente invitados”, expresa Pillajo.

En esa intersección también está un local que expende frutos secos, al frente una habitante que vende la fruta de temporada: las guabas. Cerca hay panaderías, tiendas, farmacias y cajeros.
Otros restaurantes que atraen al comensal son: Los Cangrejos de Nayón, Mar y Grill restaurante, Picantería La Isla, La Hueca de las Tilapias y Cangrejos. También hay un local de comida china, Gran Beijing Restaurant, sobre la calle Huascar y Quito. Al frente está Encebollados Joan, pequeño pero concurrido.
Alrededor del parque central hay varios negocios. Uno de ellos, ubicado sobre las calles Antonio José de Sucre y Pedro Calero, se dedica a la venta del tradicional caldo de 31 (hecho con viseras de res troceadas) y papas con librillo. Cada platillo a $2. Atienden los viernes es desde las 10:00, sábados y domingos desde las 07:30.
En otra esquina, sobre las calles Atahualpa y Antonio José de Sucre, está la Picantería Charito, que ofrece los pinchoclos de carne, pollo, mollejas, cuero, mixtos, asados y colada morada. En otra esquina, sobre la Pablo Calero y Eloy Alfaro, están Las Exquisitas Fritadas, al carbón, a tan solo $3,50. Atienden de viernes a domingo. Cerca están otros negocios de hamburguesas, papas fritas, menestras, mariscos.

El restaurante La Jama llegó a Nayón hace pocos días. “Somos un restaurante especializado 100% en mariscos. Nuestros platos principales son la cazuela, el camotillo, el pargo, las deliciosas conchas asadas en su propio jugo, y muchas delicias más”, comenta Christian Realpe, el propietario. No es de Nayón, dice que el negocio nació como un emprendimiento familiar, en diciembre de 2021, lo vio como una oportunidad tras perder su trabajo en una empresa. Reconoce que no ha sido fácil, pero la constancia lo ha llevado a abrir siete locales en diferentes sitios de la ciudad y los valles.
Un platillo de conchas asadas cuesta $10,42. Viene acompañado de patacones, ensalada y limones. De cortesía, mientras el cliente espera, proporcionan chifles y canguil. Si va con niños, ofrecen dibujos y lápices de colores para pintar. Al final, la hoja la puede dejar o llevársela. Próximamente, se abrirá un local en Tanda.

El complemento dulce para un buen día o noche
Para endulzar el paladar luego de las delicias saladas, Nayón tiene lo dulce natural y preparado.
En el parque, frente a la iglesia, se puede encontrar el puesto de Blanca Pillajo. Vende pristiños con miel por 30 años. “Son muy ricos y son recomendados”, dice muy segura, mientras atiende el pedido de un niño. Son suaves y crujientes. “Póngale un poquito más”, le pide el menor refiriéndose a la miel y ella lo hace. Vende el producto a $1 y $1.50.
Atiende los fines de semana y los días que hay eventos en el parque. También tiene un local en la calle Mariano Cruz Tipán y García Moreno. “Preparamos bocaditos para todo evento, en el local tenemos empanadas de pollo, carne, queso, mixtas, el tradicional morocho, el café montubio, buñuelos, higos con queso. Les hago la cordial invitación a toda la gente de mi lindo Ecuador y de todas las partes del mundo que quieran llegar a visitarnos. En Nayón tenemos cosas muy lindas, muy ricas y a precios super económicos”, invita.

Otro sitio para disfrutar de un helado es Toppify. Abrió sus puertas el 13 de abril, de la mano de Francisco Obando, un joven colombiano que estudió Mercadeo en su país y quiso emprender en Nayón. Conoció la parroquia debido a que su hermana ya vive varios años allí.
“Los fines de semana llega muchísima gente de Quito, de Cumbayá, Tumbaco a comprar plantas, visitar el parque o los restaurantes que son muy famosos. Quisimos colocar un negocio que sea complementario a los restaurantes”, señala Obando. El negocio está pensado para que los clientes vivan la experiencia de prepararse el helado a gusto, sin presiones. Cada gramo equivale a un centavo.
Su sobrina Laura Camila Jojoa lo ayuda. Ella guía a los clientes. Les explica que deben tomar un vaso (hay diferentes tamaños), apretar una palanca y llenarlo hasta donde deseen. Luego, hay una fuente de chocolate, lo añaden si gustan. Pueden escoger y colocar en su vaso los complementos a su gusto (nueces, frutas picadas, mermelada, chocolates, chicles, cereales, galletas, barquillos de chocolate, entre otros). El pago es según el peso que registre la balanza. Pero si el cliente pide un helado de $0.50, también lo sirven. Obando invitar a “vivir una experiencia nueva”. Atienden de lunes a domingo de 09:00 hasta las 20:00.

Café Quitus es la opción para quienes desean una bebida caliente en un ambiente tranquilo, también hay una zona al aire libre y aceptan el ingreso de mascotas. Cecilia Galárraga detalla que en el menú hay empanadas, quimbolitos, bolones, tamales, chesse cake, tres leches, café, capuchinos, chocolate, ponche, jugos, canelazos y más.
También cuenta con una boutique de prendas para varias ocasiones, sobre todo vestidos. “Tenemos vestidos de novia, de gala, de fiesta, de 15 años”.
El lugar está ambientado con una decoración de estilo colonial. “Siempre me gustó este estilo vintage y siempre buscaba un sitio así, para estar tranquilos. Me vine a Nayón porque me encantó, es una parroquia hermosa, su clima, su gente. Todo es fascinante”, menciona Galárraga mientras muestra su cafetería, que funciona en una casa arrendada, de aproximadamente 180 años de antigüedad. “La casa se presta, le da ese toque muy colonial”, relata. Galárraga vivía Quito, era estilista, pero el frío afectó su salud, decidió radicarse en Nayón y recuperó su salud.

La diversión no puede faltar
Para los más pequeños hay una zona de juegos infantiles en el parque central, gratuito.
En las afueras de Nayón, en San Pedro de El Valle se encuentra el Complejo Montearomo, que cuenta con piscinas, canchas deportivas y juegos infantiles. Atienden de miércoles a domingo, de 09:00 a 17:00. El valor de ingreso es de $2.50 para adultos y $1.50 para niños de 2 a 10 años.
En ese mismo sector, en el camino Paltapamba, se ubica el parque de aventuras Nayón Xtreme Valley. Tiene piscinas comunales (3 piscinas tipo playa, 2 piscinas al borde del risco y un parque acuático infantil), privadas (1 tipo playa, 1 piscina con balcón al borde del risco) y áreas de parrilla.
Para actividades de aventura y adrenalina ofrecen: puente tibetano, canopy, columpio, caída del halcón y paintball. Hay dos restaurantes con temática de cortes de carnes, hamburguesas, costillares y otro de comida de playa. También tienen el servicio de glamping para hospedajes, con diferentes temáticas.
Las piscinas comunales tienen el costo de $10 para adultos y $5 para niños en las de tipo playa. El costo es de $15 adultos y $10 niños para todas las piscinas comunales. Las piscinas privadas y las actividades de aventura tienen otro costo. Permiten el acceso con mascotas a las instalaciones y áreas, más no a las piscinas. En sus redes sociales anuncian sus promociones del mes y para reservas el contacto es el 0963437996.
Promociones para este feriado de Semana Santa:
- Todas las piscinas a $10 adultos y $5 niños. «Indicando que nos siguen en redes y la foto de la promoción en boletería», señala Isaac Reinhart, administrador del sitio.
- Todo el mes de abril, las piscinas comunales y las de tipo playa a mitad de precio. «Indicando que nos siguen en redes y la foto de la promoción en boletería».
- Piscinas privadas $150 por 10 personas. (KSQ)

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