Riesgo. El sobrevuelo en predios privados es ilegal si no cumple con la distancia establecida. La ciudadanía debe denunciar si ve drones.
En los valles de Quito los vecinos alertan sobre la presencia de estos artefactos. Los delincuentes los usan para recopilar información para luego robar. Conozca cómo actuar en estos casos.
En una urbanización del Valle de Los Chillos, en el oriente de Quito, un vecino manda un mensaje al chat del conjunto habitacional con una alerta: “Hay un drone sobrevolando nuestro conjunto”. Otra vecina contesta: “prendan las luces de los pisos superiores y empiecen a grabarlos”.
No es la única alerta. Cada vez hay más moradores, especialmente en los valles de Los Chillos, Tumbaco y Cumbayá que han visto estos artefactos tecnológicos volando sobre sus viviendas, pese a que eso está prohibido y constituye una violación a la intimidad (ver nota relativa).
Los drones pueden ser usados para cometer delitos pues llevan cámaras incorporadas, cuando vuelan cerca de una vivienda pueden obtener imágenes con mucho detalle de cualquier punto poco vigilado. Los delincuentes usan estos aparatos para obtener información útil para sus atracos. Así pueden saber si las casas están habitadas, horarios de ingresos y salidas, vías de acceso y otros detalles de seguridad.
Así lo denuncian moradores de un conjunto ubicado en el sector de La Armenia, que semanas después de que drones sobrevolaron su espacio, el conjunto fue asaltado. Después de eso, los drones no volvieron.
Inhibidores de señal
El teniente Coronel Fernando Quiroga, comandante del distrito de Policía Tumbaco, señala que los drones no pueden volar a pocos metros de distancia de un predio. “En caso de que algún tipo de aparato esté en su predio, la comunidad puede adquirir inhibidores de señal y bajar inmediatamente estos objetos que sobrevuelan el espacio aéreo de las viviendas de las personas”.
Comprar un inhibidor no requiere de permisos y se puede hacer mediante compañías de seguridad o por internet “porque usted está precautelando la seguridad de su domicilio”.
Lo más práctico – aconseja Quiroga– es que todos los miembros de una urbanización se pongan de acuerdo para adquirirlo, pero que también tengan mecanismos de organización y denuncia ciudadana; como, por ejemplo, los chats comunitarios y la comunicación permanente con la Policía.
“Si ve, no solo drones, sino autos extraños, motos, gente sospechosa alerte a sus vecinos y llame a la Policía”, dice Quiroga y agrega que se debe informar pues, al momento, no cuentan con denuncias sobre drones.
Rotación de guardias
Quiroga señala que en las urbanizaciones y conjuntos habitacionales es necesario que los guardias pasen, de forma periódica, pruebas de confianza. “Para que no se estén contaminando los guardias y estar dando información”, dice. Otra medida es rotar al personal. “La guardianía privada tiene información privilegiada de los conjuntos”.
Para quienes no tienen guardias, una medida sería colocar cámaras de seguridad, por medio de una compañía privada de seguridad.
Cuidado con los ingresos
Una medida de seguridad es que los servicios de entrega a domicilio, ya sea de comida u otros elementos no ingresen a los conjuntos.
“A veces por la pereza de no caminar un poco hacia la garita dejamos que entren extraños y obtengan información de las casas y habitantes”, agrega.
Propietarios de drones deben tener registro
La Dirección General de Aviación Civil emitió el Reglamento de Operación de Aeronaves Pilotadas a Distancia (RPAs) mejor conocidas como drones. El documento fue expedido en 2020 y aplica a las aeronaves cuyo peso máximo de despegue sea superior a 0,25 kilogramos y menor o igual a 150 kilogramos.
La norma obliga a los propietarios de los drones a registrar su aeronave y a contratar un seguro para responder por daños causados a terceros como resultado de sus actividades de vuelo.
El reglamento establece que los drones no podrán ser operados en las cercanías de aeródromos, zonas de seguridad del Estado, helipuertos, zonas intangibles o predios privados.
La distancia mínima para acercarse a estos espacios aéreos controlados es de 9 kilómetros. La altura máxima de vuelo, según el documento es de 400 pies (122 metros), sobre el terreno, y que las horas permitidas para operar son entre “la salida y puesta del sol”, y en condiciones meteorológicas adecuadas para ser visibles.
Ver todo el reglamento AQUÍ
El robo a personas y a domicilios en el distrito Tumbaco se ha incrementado este 2023.
Drones también sobrevuelan urbanizaciones que han sido asaltadas en zonas de Guayas, como Samborondón