La comunidad, ubicada en Cañar, está en ‘alerta amarilla’ por un deslizamiento de tierras. Algunas ya familias han evacuado el lugar.

Rosa Duchi regresó hace cinco días de España, con el afán de evidenciar los daños en sus dos viviendas que construyó con lo que logró ahorrar al trabajar como migrante.  La mujer es integrante de una de las 31 familias que residen en la comunidad Cuchucún, del cantón Cañar, declarada en ‘alerta amarilla’ por los riesgos de un posible macrodeslizamiento.

Ella migró a Europa en el 2000 y retorna continuamente a Ecuador para visitar a sus seres queridos. Recuerda con nostalgia que hace dos años una de sus dos viviendas no presentaba las afectaciones que registra en la actualidad. La casa está a punto de colapsar porque tiene las paredes cuarteadas y se encuentra bastante inestable por los hundimientos.

Ocupa en estos momentos el otro inmueble que también está en peligro porque se ubica a pocos metros de las grietas profundas que afectan el suelo. No quiere abandonar este bien hasta saber que harán las autoridades para reubicar a los perjudicados en proyectos habitacionales.

La zona de riesgo abarca cerca de 330 hectáreas (ha.) que sirven para actividades agrícolas y ganaderas. Sin embargo, 40 ha., ubicadas en el sector Cruzloma, de esta comunidad, resultan las más peligrosas.

Las autoridades tienen prohibido el ingreso de personas al lugar porque temen que en cualquier momento se desprenda la tierra. Aunque no todos, especialmente los adultos mayores, han hecho caso de esta disposición porque no quieren separarse de sus casas, animales y de su historia.

María Dolores Duncún también reside en la zona, pero no piensa en desalojar su inmueble por respeto a su esposo, quien cumplirá el próximo 30 de mayo 27 años de fallecido. La casa le trae gratos recuerdos de los momentos que compartió con su conyugue.

María asegura que las grietas se han incrementado en los últimos meses. No obstante, no le importa lo que pueda suceder con el transcurso de los días e incluso menciona que “si le toca morir, así será”. 

Acciones

La Municipalidad de Cañar recibió en noviembre de 2022 un oficio de parte de la comunidad para detallar la situación que se originó en marzo del mismo año. Se activó el Comité de Operaciones y Emergencias (COE) Cantonal para evaluar los monitoreos en la zona.

De acuerdo con Damián Navas, analista de Movilidad, Riesgos y Seguridad Ciudadana del Municipio de Cañar, se presentaron los informes a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE) para que tome medidas. La entidad declaró el pasado 31 de marzo la ‘alerta amarilla’, que ha generado una serie de acciones. 

El Ayuntamiento, por ejemplo, ha identificado un terreno para entregarlo al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) para construir un plan habitacional para los damnificados.

Asimismo, se espera contratar en los próximos días los estudios especializados para determinar la gravedad del movimiento de tierras, además de las acciones a seguir para obras de mitigación y control.

Bolívar Loja, técnico de la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias del Municipio, cree que la situación es compleja porque los informes preliminares realizados establecen que el movimiento de masas se origina a 35 metros de profundidad con relación a la superficie.

“Nosotros sospechamos que es el agua de los sistemas de riego y reservorios no tecnificados, entre otros factores, las causas de la inestabilidad”, asevera Loja, quien expresa que una de las acciones para controlar este fenómeno natural sería la construcción de drenajes. – (I)

Detalles

• 31 familias están afectadas por el movimiento de masas. El Municipio de Cañar asegura que 15 han abandonado la zona y las 16 restantes se resisten porque creen que no avanzarán los hundimientos.

• La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE) declaró el pasado 31 de marzo en ‘alerta amarilla’  un polígono de 330 ha. de la comunidad Cuchucún.

• Esta localidad se ubica en la cabecera cantonal de Cañar. Se caracteriza por ser una área dedicada a las actividades agrícolas y ganaderas.

• El COE Cantonal de Cañar tiene identificado lugares para que funcionen como albergues e incluso campamentos temporales en espacios seguros del cantón.

• Las personas que residen en la localidad son, en su mayoría, adultos mayores, cuyos hijos han migrado a otros países para mejorar la situación económica.